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miércoles, 17 de septiembre de 2008

La evolucion de la comunidad global

Nam Nidhan nos acerca este articulo de Shiv Charan Singh Khalsa de Londres, Maestro de kundalini yoga, numerologo y musico, para que meditemos en sus palabras muy muy muy profundas

Este artículo describe las 4 etapas del desarrollo de la comunidad y está inspirado en la vida de los 10 Gurus Sikh y sus enseñanzas, las cuales aparecen en el Sri Guru Granth Sabih.

Nuestra calidad de vida, tiene mucho que ver con la calidad de las relaciones que tenemos con las personas que nos rodean.

Las personas que conocemos nos hacen cambiar, como también lo hace la interacción que tenemos con ellos. Cuando experimentamos ambas situaciones, buscamos un cambio en nuestras relaciones interpersonales.

El templo de la era de Acuario, no es una construcción material, sino que es una comunidad (Sangat); es el puente que hay entre el individuo y el universo.

Guru Naanak, dio inicio a la evolución de una comunidad global, en el llamado que hizo las personas de convertirse en discípulos de la verdad (Sikh).

Una verdadera comunidad global, nace del concepto de unidad; todo es uno, por lo tanto, el otro soy yo. Esto equivale a decir que la divinidad es la conciencia de “Nosotros”. Así, la primera línea del Sri Guru Granth Sahib, comienza con el número 1 y con la afirmación de la presencia de la unidad de Dios con todo(s) (Ek Ongkar).

Los individuos son los ladrillos

Una comunidad está compuesta por individuos. Cada uno es un ladrillo, todos valen lo mismo. Decir que ninguno es más importante que otro, no quiere decir que se esté menospreciando al individuo. Al contrario, reconoce, respeta e incluye a todos.

Nosotros buscamos un lugar en el mundo, donde podamos sentir que valemos algo, donde nos quieran tal como somos. Necesitamos un entorno donde nos acepten sin que nos juzguen, para así dejar atrás nuestra vergüenza y unirnos a los demás para construir un nuevo futuro. Pero más allá de la opinión que las personas tengan de nosotros, sólo cuando tenemos la suficiente autoestima como para incluirnos en una comunidad, es que estamos realmente inmersos en ella.

La participación voluntaria de los individuos, es una muestra de la humildad que hace que cada individuo crezca, para ocupar su lugar como alguien indispensable en el templo de la comunidad humana.

Guru Naanak, declaró que él era el polvo bajo los pies de todos. Él, junto con Guru Angad y Guru Amardas, sacaron a la luz los primeros pasos de la construcción de una comunidad, a través de acciones tales como la provisión de una cocina comunal (Langar), educación para los niños y ayudando a las mujeres pobres a tener una mejor forma de vida. Su objetivo principal era hacer que las personas se sintieran incluidas.

El cuidado que ellos ofrecían, era una invitación para que cada individuo se aceptara a sí mismo lo suficiente como para desafiar los límites personales y poder incluirse a un grupo colectivo.

Muchas plumas, forman alas

Nuestra humanidad es una identificación interna con la dignidad del alma de cada uno; la luz más oculta de Dios, que constantemente ama a cada uno desde el interior. Ese es el sentido de “Nosotros” en “Mí”.

La comunidad humana conoce el dolor y el amor que se mueve en el corazón solitario de cada uno.

Cuando nos situamos en una verdadera comunidad junto a otras personas, podemos despejar las dudas de por qué el resto se siente distinto a nosotros mismos. Desde esta conciencia de la percepción de los sentidos, directa e interna, nace una inspiración espontánea de servir a los demás. Esto despierta la inclinación a la generosidad y a la gratitud dentro del ser. De este modo, Guru Ramdas, es conocido por servir al resto y no así a él mismo. La verdadera comunidad hace un llamado a recordar a través de la caridad. No hay nada que se imponga, ya que esa es una medida de miedo y terror.

La comunidad espiritual, deposita su fe en la justicia natural y cuando hay un conflicto, el compromiso es luchar por la conciencia y liberarla de la prisión de la hipnosis y la torpeza. La lucha nunca es “en contra”.

La transformación alquimista de la comunidad humana, es que nosotros buscamos su buena compañía y luego, a través de ésta, nos transformamos en una “presencia” que mueve al resto para que descubran nuevamente la relación de confianza con su propia alma.

Con tal compañía, nosotros somos llevados y compartimos la labor de amar, llevando al resto sobre el océano de este mundo. Como una bandada de pájaros que se turnan para dar y recibir. Cada pájaro está tan indefenso como una sola pluma en la misericordia de los elementos.

Así, juntos, el estado de “Nosotros” se realiza. El colectivo es un par de alas que no necesita esperar el viento. “Nosotros” produce su propio viento.

Uniéndose todos en el amor de la grandeza que hay en todo, respiramos el mismo aire; el aliento de la bondad, el aliento de la verdad.

Cantar la misma canción, produce una armonía que aleja de nosotros todos nuestros temores, y como una bandada de cisnes, transforma el temor de los demás en algo maravilloso. Guru Arjun, entregó su vida, para traernos aquellas canciones.

Impacto global

Una comunidad global, es aquella que tiene un impacto global. No por su tiranía o por la opresión de los otros, ni por su impulso misionero o su propia expansión territorial. Los miembros de tal comunidad, viven por el reconocimiento de “Tú” en “Todo(s)”. Esta comunidad, no crea ni proyecta una cultura de pecado, culpa ni castigo.

Para abandonar el sendero de la venganza, se requiere una respuesta extraordinaria; una comprensión y amabilidad más allá de las medidas. Éste fue el ejemplo del Guru Har rai, quien perdonó al emperador y sanó a su hijo, a pesar de los ataques de su predesor.

El oficio de esta comunidad es la compasión; sentir la necesidad del otro y hacer el sacrificio que sea necesario para el bienestar del otro. En la pureza de la conciencia, nos daremos cuenta que el sabor de una sola gota de pena, es el mismo sabor de todo el océano del sufrimiento humano. Así, Guru Hark Rishan y Guru Tegbahadur, ofrecían sus vidas, de tal forma, que las olas de su inmensa compasión, hoy continúan lavando al mundo y seguirá siendo así por miles de años más.

Quien dirige su atención a estos ejemplos y bebe del bien infinito de la sabiduría espiritual, escrita por los Gurus, no puede ayudar, pero sí, se convierte en un miembro de la comunidad global. A estos espíritus, se les llama GuruMukh. Ellos emanan paz y siembran semillas de virtud donde quiera que vayan.

La comunidad más allá de la comunidad

La paradoja de la comunidad es que, para realmente participar en la comunidad global, debemos trascender el pequeño mundo de los grupos. Libres de cualquier alianza con personas o cosas específicas, nosotros tenemos la capacidad de formar una alianza con todo(s). Nuestra atención está en la persona que hizo el juego y no en el juego mismo, en quien da los regalos de la vida y no en los regalos.

Este sendero donde se es puro, cuando nada es puro en lo absoluto, es el camino de Khalsa y fue puesto en práctica por Guru Gobind Singh.

El estado trascendente, no es aquel en el cual el mundo es ignorado, sino que nos libera para conocer a uno en todo(s). A través del rostro de cada uno, conocemos y reconocemos la luz de Dios.

Se pide coraje de la solidaridad universal. Nadie es nuestro enemigo y nadie es un extraño; nosotros caminamos a la par con todo(s).

Y, como dice Guru Naanak en las últimas 2 líneas del Japji: “Cuando seres tan radiantes se liberan y dejan la tierra,

muchas almas se liberan y se van junto a ellos”.

Shiv Charan Singh.

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